Salinas de Janubio, los jardines de la flor de sal.

Hay un lugar en Lanzarote que contrasta con el negro de la lava. En donde el mar y el sol hacen su trabajo día a día y hacen florecer escamas de sal tan blancas e impolutas como la nieve. 

Ese sitio es las Salinas de Janubio. 

Llenas de color, contraste y tradición, estas salinas son una parada obligatoria si quieres conocer en profundidad la historia de Lanzarote. 

Si deseas saber un poco más sobre este característico paraje, presta atención a las siguientes líneas, te interesarán. 

¿Cómo llegar a las Salinas de Janubio?

Se encuentran a pocos kilómetros de la localidad turística de Playa Blanca y son muy visibles desde la carretera. Así que vayas o vengas, no pasarán inadvertidas. 

Si vas de ruta por este lado de la isla debes parar, al menos, en uno de sus miradores para contemplarlas. Por la zona se encuentran los Hervideros y el Charco de los Clicos, así que te recomendamos que organices una jornada de excursión para que puedas ver todos estos puntos de interés turístico. 

Y para asegurarte que llegas al sitio correcto, pon estas coordenadas en tu GPS. 

Iniciamos la ruta.  

¿Qué ver y hacer en las Salinas de Janubio?

Una vez llegues a tu destino, tienes varias opciones para ver las salinas, pero sin duda, la más recomendable es la visita guiada. En especial, si quieres conocer de primera mano cómo se realiza el cultivo y recolecta de la sal de forma tradicional. 

Las visitas se hacen en grupo y tienen distintos horarios. 

Te explicarán curiosidades, tales como su historia y construcción, la importancia de la sal en Lanzarote (llegando a coexistir una treintena de salinas en la isla), o la forma con la que efectúan la extracción de sal de manera tradicional.      

Incluso harán una cata de sal al final del tour.  

Todo esto irá acompañado de un interesante paseo por las zonas de los cocederos y explicado por un guía que conoce en profundidad el trabajo que se desempeña allí desde hace más de un siglo. 

Estas salinas son las más grandes de Canarias y de las pocas que quedan en funcionamiento en Lanzarote, aunque solo se utilice un 20% de su superficie. 

Las salinas se alimentan del agua que se filtra desde el mar a través de un brazo de tierra, que queda entre este y la laguna interior. Esta zona, de arenas negras, fue fruto de una colada de las erupciones que tuvieron lugar en Timanfaya entre los años 1730 y 1736. 

El cierre de esta zona de la costa originó una laguna natural que hoy en día alberga una fauna y biodiversidad muy extensa, convirtiéndose en Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA) y Lugar de Interés Geológico (LIG). 

Muchas especies de aves anidan y se refugian aquí, así que es un punto perfecto para el avistamiento de las mismas, sobre todo si te apasiona la ornitología. 

Además de la visita guiada, existen varios miradores alrededor de las salinas para que puedas contemplarlas desde distintos ángulos y entender mucho mejor la explicación previa. 

Pero si lo que quieres es una foto inolvidable, te recomendamos que las visites al atardecer, en donde los tonos rojizos del cielo se pueden ver reflejados sobre las salinas húmedas, como si de un espejo se tratasen. 

También tienes la opción de pasear por la playa que separa la laguna del mar, de arena negra y cantos rodados, y ver las salinas desde otra perspectiva. 

Debes tener muy en cuenta que en esta playa no hay servicio de socorristas y las corrientes son muy peligrosas, por lo que no se recomienda el baño. 

Para pasear y refrescarse los pies es perfecta.

Recuerda que estás en una zona protegida, por lo que no debes tirar basura ni molestar a los animales, sobre todo aves, que viven aquí. 

Es una parada imprescindible que no te dejará indiferente. 

 

Entradas y horarios.

Si te interesa realizar la visita guiada, puedes reservar la tuya a través de su web.

Los horarios disponibles son a las 10:00, 12:00 y 14:00 h de lunes a viernes. 

Y el precio de las entradas es de:

  • Adultos: 12 €
  • Menores de 6 a 12 años: 6 €
  • Menores de 5 años: Entrada gratuita. 

Con más de un siglo de antigüedad, estas salinas son un claro ejemplo de la importancia de la sal que tuvo, y aún tiene, en la isla de Lanzarote. 

Además, es una de las sales más puras y limpias de microplásticos que existen, lo que la hace que la sal de Janubio sea de las más preciadas en la gastronomía isleña. 

Las Salinas de Janubio es una de esas visitas que mezclan tradición, historia y lugares pintorescos, haciendo su visita imprescindible y sorprendente para el viajero.

 

Este artículo ha sido escrito con todo el amor que sentimos por Lanzarote. Esperamos que disfrutes tu visita a las Salinas de Janubio tanto como hemos disfrutado escribiendo esta sección. 

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