Los Charcones, las piscinas naturales que esconde Lanzarote.

¿Eres un viajero que desea sentirse del lugar que visita?

Pues para conocer Lanzarote como un auténtico isleño y escapar del bullicio, Los Charcones son el sitio ideal.

Situados en la costa oeste de la isla, y a unos dos kilómetros al norte de Playa Blanca, este paraje indómito esconde uno de los mejores secretos de la isla conejera: piscinas naturales creadas a partir de la erosión del mar sobre la roca volcánica. 

Si quieres descubrir todo lo que esconde esta parte de Lanzarote, sigue leyendo y no te pierdas nada.

¿Dónde están y cómo llegar a Los Charcones?

Aunque es una zona de poco tránsito, sorprende que este pequeño paraíso, casi inhabitado, esté tan cerca de la turística Playa Blanca. 

Para ubicar las primeras piscinas, lo más fácil es guiarnos por el mamotreto de construcción sin terminar que se ve a lo lejos, a unos dos kilómetros al norte del Faro de Pechiguera. 

Puedes ir caminando por un sendero que bordea la costa, sencillo y de baja dificultad, ya que es todo llano. Pero la zona es bastante árida y sin sombras, así que lleva calzado cómodo, protector solar, gorra y agua. 

Otra posibilidad es ir en coche hasta el mencionado hotel abandonado. Parte del camino transcurre por pista de tierra sin mantenimiento, por lo que se recomienda ir muy despacio y con mucha precaución, ya que está lleno de baches y piedras. El recorrido no será más de diez minutos y merecerá la pena. 

Da igual como elijas ir, pero para cualquiera de las dos opciones, debes llegar aquí.

Ahora lo único que te falta es salvar un pequeño acantilado para llegar a tu destino. El acceso es sencillo, aunque mejor hacerlo con un buen calzado.

¿Qué hacer y ver en Los Charcones?

Todo aquel que va a Los Charcones, repite. 

Y por algo será. 

Puede que el camino que lleva hasta este idílico lugar no sea el mejor y, que te encuentres un edificio abandonado en ruinas en mitad de la nada, no ayude lo más mínimo. Pero todos estos inconvenientes ayudan a apreciar aún más la belleza y el espectáculo que nos muestra la naturaleza cuando llegamos. 

Durante más de dos kilómetros de costa, te encontrarás infinidad de piscinas naturales de diferentes tamaños y profundidades, teñidas de los turquesas más brillantes y con la compañía de la más absoluta soledad. 

La tranquilidad de los charcos contrasta con la bravura del Atlántico, que rompe en las rocas del litoral y los inunda de agua fresca con la pleamar.  

Una vez aquí, lo mejor es relajarse y dejarse cautivar por el encanto de un paraje virgen. 

Hay tantas piscinas naturales como gustos, así que es solo cuestión de explorar para encontrar la perfecta para ti. 

En algunos el acceso es más fácil que en otros, pero en ninguno de ellos existen escaleras o rampas que faciliten la llegada de personas con movilidad reducida. 

Puedes zambullirte en las más profundas y practicar esnórquel viendo los peces que habitan en ellas. Refrescarte en las más pequeñas o recoger la sal que se ha solidificado de manera natural. 

Pasar el día aquí puede ser una delicia, así que vente equipado con agua y comida para disfrutar, ya que no hay nada alrededor para poder comprar lo que necesites. 

Protector solar, gorra y gafas, tanto de bucear como de sol, son muy, pero que muy, recomendables. Y por supuesto, una cámara de fotos.

Los atardeceres por este lado de la isla son espectaculares y regalan unos colores y contrastes muy fotogénicos. 

Unos escarpines o cangrejeras vienen muy bien, ya que en algunos de los charcos viven erizos de mar, muy inofensivos, porque solo están en la piedra sin moverse, pero si te despistas y los tocas sin querer te puedes llevar un disgusto con sus espinas. Mejor prevenir. 

Además, puedes explorar las inmediaciones del edificio abandonado y recordar lo qué no se debe hacer para estropear un lugar tan bonito y salvaje. 

Ya has visto que no te faltaran motivos para volver y redescubrir este rincón de Lanzarote.

Recomendaciones:

✔ Estás en un paraje natural, cuídalo y protégelo. No tires basura y si ves alguna, recógela y llévatela contigo. Deposita todos los residuos en los contenedores habilitados para ello en la zona del pueblo. 

✔ Usa protector solar, gafas de sol, gorra, ropa y calzado cómodo para la caminata y bajada hacia Los Charcones.

✔ No hay tiendas alrededor, así que lleva agua y comida suficiente para pasar el día allí sin preocupaciones.

✔ Si vas con niños, debes tener en cuenta que algunos accesos pueden resultar difíciles para los más peques, al igual que algunos charcos. Es por ello que recomendamos que no los pierdas de vista y les enseñes dónde pueden o no bañarse. 

✔ No hay servicio de socorristas. El mar en esta zona de la costa es bastante bravo y con corrientes muy fuertes. No te acerques al litoral y evita bañarte en las piscinas más cercanas a la costa, un golpe de mar te podría arrastrar sin opción a salir con facilidad. 

Sigue todas estas recomendaciones y disfrutarás al máximo de tu día en Los Charcones, uno de los secretos mejor guardados de Lanzarote. 

 

Este artículo ha sido escrito con todo el amor que sentimos por Lanzarote. Esperamos que disfrutes tu visita a Los Charcones tanto como hemos disfrutado escribiendo esta sección.

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