Las Grietas de Montaña Blanca, una curiosidad bien escondida en Lanzarote.

Lanzarote está lleno de lugares famosos, emblemáticos, de esos que reciben visitas sin cesar y salen en todas las listas de sitios imprescindibles.

Pero también tenemos rincones menos frecuentados, que esconden sorpresas para quienes tienen la suerte de visitarlo.

Además del privilegio de poder visitar alguno de estos sitios menos conocidos, está el beneficio de que, si eliges bien el horario de tu visita, podrás hacerlo casi en solitario.

Uno de estos destinos es el que os presentamos hoy, que ayuda a contar la trayectoria de Lanzarote a través del tiempo.

Es bien sabido que esta isla escribe su historia en gran parte por el paso de las diferentes erupciones que la han ido  sorprendiendo. La Geria o el Parque Nacional de Timanfaya son buenos testigos de ello.

Ocurre lo mismo con Las Grietas de Lanzarote.

Cómo se produjeron, un poco de historia de Lanzarote.

Se trata de tres grietas volcánicas (una principal y otras dos de menor tamaño) que están formadas en la ladera del volcán que se encuentra en Montaña Blanca, de 600 metros de altura.

Al quebrarse esta ladera, ha dejado a la vista un espectáculo fascinante, porque muestra los estratos de las capas de lava de las diferentes erupciones a lo largo de la historia, y también de los sedimentos.

Esas rupturas volcánicas tienen la anchura suficiente como para que una persona pueda entrar y recorrerla, por un estrecho pasillo de lava petrificada de unos 20 metros de largo. Para salir, tendrás que andar esos metros otra vez, porque solo tiene un acceso, que es entrada y salida a la vez.

Es lo más parecido a entrar en una lengua de lava, ya fría. 

Quienes han visitado los dos, dicen que Las Grietas guardan un parecido más que razonable con el famoso Antelope Canyon, en Arizona.

¿Dónde están Las Grietas? Te guiamos hasta su ubicación exacta.

El recorrido es gratis y de acceso libre, pero no es fácil llegar si no tienes una guía o un enlace de dirección, porque la carretera no tiene ninguna indicación para desviarte.

Para visitarlas, te aconsejamos aparcar el coche en un aparcamiento que hay junto a la carretera LZ-35, que une los municipios de San Bartolomé y Tías.

No está asfaltado ni señalizado, pero verás que suele haber más coches aparcados y se ve enseguida.

La manera más fácil para llegar al aparcamiento es siguiendo este enlace de ubicación.

Para llegar, tendrás que bordear la carretera por un sendero que sale del aparcamiento. Síguelo y cruzarás la carretera por debajo.

Hazlo así, es más sensato que cruzar esa carretera.

Sigue el pequeño sendero de arena que sube, tiene una ligera pendiente porque estás subiendo la ladera, pero es de muy fácil acceso.

Enseguida, después de unos cuantos metros, termina el sendero y verás la entrada a la primera grieta. Tampoco está indicado, presta atención para encontrar el acceso.

Esta es la principal, la más profunda, y por eso las paredes son más altas.

Para visitar las otras grietas deberás volver al sendero.

Las encontrarás en direcciones opuestas, una yendo a izquierda, la otra, a derecha.

La segunda grieta en importancia es también bastante profunda, pero sus paredes son más bajas.

Os hemos contado cómo visitar las tres grietas principales, aquellas con mejor acceso y con más detalles que ver, aunque si investigas la zona con un buscador que te muestre imágenes reales, verás que no hay solo 3, sino varias, de diversos tamaños, formas y profundidades.

Si el día de tu visita tienes tiempo de explorar, podrás ver varias de ellas.

No te vayas sin pararte a observar bien sus paredes y la infinidad de detalles diferentes de cada una.

Algunos consejos que deberás tener en cuenta.

Es una zona sin posibilidad de comprar ni conseguir agua ni comida, tenlo en cuenta para llevar provisiones. Sobre todo agua.

La única sombra está en el interior de las grietas. No olvides la protección solar, ni una gorra o sombrero si eres más sensible al sol.

Las grietas son estrechas. Podrás visitarlo sin problema si tienes claustrofobia, pero puede que en algunos puntos te agobies un poco, aunque siempre vas a tener aire, porque no es un sitio cerrado.

Como te dijimos al inicio de este post, es uno de los puntos de interés turístico menos transitados, pero su fama se va extendiendo. Para asegurarte de coincidir con el menor número de personas, elige la primera o la última hora del día (mientras haya sol).

Y por supuesto, no te olvides del móvil o de la cámara. Es uno de los sitios más impresionantes, y puedes sacar unas fotos que den muchas ganas de venir a quien se lo enseñes.

Este artículo ha sido escrito con todo el amor que sentimos por Lanzarote. Esperamos que disfrutes de tu estancia tanto como hemos disfrutado escribiendo esta sección.

Publicaciones relacionadas