Geológicamente hablando, la isla y su historia como tal están divididas en tres fases:
Además, son cinco los grandes hitos geográficos que hacen que esta isla presente este aspecto tan distintivo:
La combinación de todos estos elementos hacen que la biosfera de Lanzarote sea única. Sumado a esto, las políticas de protección de medio ambiente (con especial atención en la limitación del urbanismo y la construcción) llevadas a cabo por el Gobierno de Canarias, con el apoyo de la población local y de personajes lanzaroteños destacados como César Manrique contribuyeron a que, en 1993, La UNESCO declarara la isla en su totalidad como una reserva de la biosfera ¿Qué significa el término reserva de la biosfera? La UNESCO cataloga una reserva de la biosfera como un territorio cuyo objetivo es armonizar la conservación de la diversidad biológica y cultural y el desarrollo económico y social a través de la relación de las personas con la naturaleza. Se establecen sobre zonas ecológicamente representativas o de valor único, en ambientes terrestres, costeros y marinos, en las cuales la integración de la población humana y sus actividades con la conservación son esenciales. Las Reservas son también lugares de experimentación y de estudio del desarrollo sostenible.
Cuando uno piensa en una palmera, probablemente le venga la imagen de ésta a la cabeza. Es otro de los símbolos de Canarias y en la zona de Haría, en el norte de la isla, se encuentra el mayor palmeral de Lanzarote, comúnmente denominado como “El valle de las 1.000 palmeras”
En este caso conviene destacar no solo las particularidades de esta variedad de uva sino también la heróica labor de los viticultores de la tierra, que han conseguido cosechar la vid en terreno volcánico. Toda una hazaña que ha dado lugar a una estampa emblemática de Lanzarote y que tiene mucho reclamo turístico. Sobra decir que los Vinos de Lanzarote tienen una calidad excepcional.
Las aves más típicas que habitan en Lanzarote son el cernícalo, el alcaudón real, el alcaraván, la hubara canaria, el guirre, el alimoche, el guincho y el halcón de berbería (estas tres últimos en peligro de extinción).
Destacan el lagarto atlántico y el perenquén majorero, ambos omnívoros y de tamaño pequeño.
Es el segundo símbolo oficial representativo de Lanzarote. Es comúnmente llamado “jameito” por los locales ya que podemos encontrarlo en los Jameos del Agua, uno de los centros turísticos más emblemáticos de Lanzarote. Se trata de un túnel volcánico único que cuenta con un auditorio, un restaurante y un lago de agua salada. Destacar que fue ideado por el mundialmente reconocido pintor, escultor y artista canario César Manrique. La peculiaridad de este cangrejo es que es ciego y es albino, además de ser muy pequeño.
Además de los jameitos, hay que hacer mención especial a la fauna marina de Lanzarote entre la que destacan los meros, la sama, el cherne, las viejas, las morenas y los jureles, entre otros.