La eterna pregunta, ¿Lanzarote o Fuerteventura?

Cualquiera que haya estado en ambas islas, siempre recibirá la misma pregunta: 

Y entre las dos islas, ¿cuál me recomiendas visitar?

Pues depende. Y depende de muchos factores, ya que cada una de las islas del archipiélago canario ofrecen multitud de características que las hacen únicas unas de otras. 

Y Lanzarote y Fuerteventura no van a ser la excepción. 

En términos generales, Lanzarote es conocida como la isla de los volcanes y Fuerteventura es la isla de las playas, así que a priori, ya te puedes hacer una idea de lo que encontrarás en cada una de ellas y puedes decidir qué es lo que más te apetece para tus vacaciones. 

Pero, ¿significa esto que solo nos encontraremos eso en cada una de ellas?

No. 

En Lanzarote, aparte de volcanes, hay unas playas maravillosas y muchos puntos de interés que visitar y Fuerteventura, tras kilómetros de playas, esconde parajes encantadores y llenos de historia. 

Así que vamos a ver un poquito más en profundidad qué ofrecen cada una de estas dos islas para decidir cuál que se adapta mejor al tipo de vacaciones que deseamos tener. 

Lanzarote, la isla de los volcanes.

Recibe este sobrenombre por razones de peso, ya que a vista de pájaro hay más de 300 conos volcánicos que le dan a un aire muy particular. Solo tienes que hacer una búsqueda en internet y mirar una de las fotos satélites de la isla más oriental del archipiélago. Si tienes tiempo, te invito a que cuentes todos los cráteres que ves. 

Si ya has terminado el recuento, seguimos. 

Lanzarote, al igual que Fuerteventura, no son islas muy altas, por lo que las nubes suelen pasar de largo en ambas, lo que conlleva que sean islas bastante secas y poco verdes, salvo por los oasis de los complejos turísticos.

Pero esto es un detalle nimio que no le resta valor. 

Más de una cuarta parte de la superficie de Lanzarote es malpaís, restos de coladas de lava solidificada, que le imprime a la isla un carácter y belleza única, creando paisajes que parecen sacados de películas de ciencia ficción.

Contemplar los campos de lava de Lanzarote es como ver un atardecer desde Marte. Te invita a quedarte muy quieto esperando a que en cualquier momento aparezca un dragón rugiendo o ver, a lo lejos, algún ser extraño portando un anillo hacia un volcán activo. 

Sea como fuere, tiene una esencia que cautiva y no quieres perderte detalle. 

Aparte del espectáculo de sus paisajes, Lanzarote ofrece varios centros turísticos en los que conocer mejor la historia de la isla y la trayectoria creativa de uno de sus hijos predilectos: César Manrique, quien supo ver la belleza de su tierra y acrecentarla con su maestría. 

Sus pueblos blancos resaltan sobre los tonos negros de la tierra, y contrastan con las aguas turquesas de sus costas. 

Además, si te gusta caminar, Lanzarote cuenta con senderos de diferentes distancias e intensidades, para hacerlos en familia o en solitario, dependiendo de lo que prefieras. 

Y si quieres tumbarte en la arena y disfrutar el mar, aquí hay playas más que apetecibles para hacerlo: desde las magníficas playas de Papagayo, al sur, hasta la mítica Famara, en donde, además, estarás en el corazón surfero de la isla. 

¿Prefieres hacer algo distinto?

Pues en Lanzarote se encuentra uno de los puntos más buceados de Europa: Playa Chica. Un enclave perfecto para adentrarte en sus aguas y ver la cantidad de vida marina que hay bajo la superficie. 

¿Qué más te ofrece Lanzarote?

Un punto muy a favor de esta isla son sus distancias, ya que la longitud máxima no supera los 60 km. Esto hace que los trayectos en la isla sean cortos y llevaderos, sobre todo para los más pequeños de la familia. 

Con una buena planificación, en unos cuatro días puedes visitar los puntos más importantes de Lanzarote y te sobrará tiempo para descansar y relajarte.

Fuerteventura, más que sol y playa.

Desde pequeñas caletas de arena negra a interminables orillas de arena blanca bañadas por aguas turquesas y cristalinas. 

En sus costas, todo es posible, desde hacer esnórquel en las calas más tranquilas hasta surfear las olas de las playas más salvajes. 

Fuerteventura es un contraste en su litoral y en su interior. 

Sus pueblos albergan rincones que bien podrían ser oasis en medio del desierto y cada uno de ellos tiene la esencia que solo mantienen los lugares más apartados. 

Conducir por Fuerteventura se hace fácil, ya que sus carreteras son, en su mayoría, llanas y amplias, lo que compensa las largas distancias que hay de un punto a otro.   

Otro punto a favor de Fuerteventura es su pasado geológico. 

Aunque ambas islas son las más viejas del archipiélago, solo en Fuerteventura se pueden visitar los restos geológicos más antiguos, provenientes del complejo basal, con más de 100 millones de años. Todo un lujo para los curiosos y amantes de las piedras. 

Y lo más importante de esta expedición es que no es necesario sumergirse en sus aguas o tener conocimientos de espeleología, ya que se encuentran en la superficie terrestre y es muy fácil llegar a estos sedimentos a través de un sendero. 

Toda una aventura al más puro estilo Indiana Jones. 

Pero seguro que lo que más llama la atención al visitante es la eterna sensación de tranquilidad. 

Ya puede ser pleno mes de agosto y estar todo lleno de turistas. Si quieres disfrutar de un día en la playa sin el agobio de la masificación, las extensas costas de Fuerteventura siempre te brindan un lugar tranquilo en donde evadirte del bullicio sin necesidad de tocar la toalla del vecino.

En tres o cuatro días puedes recorrer los puntos más importantes de esta isla y sacar tiempo para practicar algún deporte acuático como el surf. 

Semejanzas entre Lanzarote y Fuerteventura.

Si hay algo que hermana a las dos islas es, sin duda, la gastronomía.

En ambas vas a disfrutar de los tradicionales platos canarios, con pescado y mariscos frescos, a un precio más que asequible. Además, la variedad en restauración es tan extensa que te va a costar decidir dónde comer en ambos sitios. 

Otro punto en común es la oferta hotelera. Existen puntos muy turísticos como pueden ser Puerto del Carmen en Lanzarote o Corralejo en Fuerteventura, llenos de hoteles y complejos de apartamentos, pero también puedes encontrar alojamientos de ensueño en zonas menos conocidas del interior, como Lajares o Haría

Existe tanta variedad como turistas, solo es cuestión de encontrar tu alojamiento perfecto. 

Además, aunque la densidad de población es mayor en Lanzarote, en ambas islas se puede disfrutar de playas sin aglomeraciones y de bastante tranquilidad en general. Tanta, que no son islas famosas por sus fiestas, sino por todo lo contrario. 

Aunque existen locales para salir y tomar una copa en ambas, aprovechar los días para disfrutar todo lo que te ofrecen es el mejor plan que puedes hacer. 

Y lo mejor de todo, es que están tan cerca una de la otra, que puedes visitar ambas en un mismo viaje. 

Si cuentas con una semana y te apetece, un corto trayecto en barco te lleva desde Playa Blanca a Corralejo y viceversa, todos los días y con amplio horario. 

Lo ideal sería pasar unos cuatro días en cada isla para verlas con tranquilidad, pero una visita fugaz a una de ellas te permitirá conocer un poco más tu próximo destino de vacaciones, porque seguro que te quedas con las ganas de ver más. 

Diferencias entre Lanzarote y Fuerteventura.

La mayor diferencia entre ambas islas es, sin lugar a dudas, el tamaño y distancia que hay entre las diferentes localidades. 

Mientras que en la primera, el trayecto más largo en coche no llega a los 30 minutos, en la segunda, recorrer la isla de norte a sur supone un viaje de algo más de una hora. Sin contar paradas para ver algún sitio de interés.

Este sería el punto diferenciador más importante a la hora de elegir entre uno de estos dos destinos, ya que playa, buen clima, buena comida y zonas interesantes que visitar encontrarás en ambas islas.

Bonus Track de Lanzarote y Fuerteventura.

Nos hemos dejado un as en la manga para el final. 

Otra similitud entre ambas islas es que las dos tienen otros islotes o islas que puedes explorar. No es lo más común en este archipiélago, ya que aunque hay muchos roques en frente de las islas pobladas, no todos se pueden visitar, excepto estos que te vamos a nombrar a continuación. 

En frente de las costas de Corralejo, en Fuerteventura, nos encontramos la Isla de Lobos. Es un pequeño islote de no más de 4,5 km² en donde reina la paz. Visitar este paraje natural te llenará de energía con sus calas de aguas cristalinas. Si vienes a pasar el día aquí, te recomendamos que reserves con antelación el billete de barco y el almuerzo en el único restaurante de la isla, es toda una experiencia. 

En la Isla de Lobos no vive nadie, pero si paseas por sus senderos podrás llegar hasta el faro, en dónde antiguamente vivía el farero en la más absoluta soledad. Nada que ver con el muellito de la isla, que diariamente recibe a los viajeros que desean visitarla. 

Al norte de la isla de Lanzarote encontramos el archipiélago Chinijo, compuesto por la isla de La Graciosa (la octava isla canaria) y los islotes de Alegranza, Montaña Clara, el Roque del Este y el Roque del Oeste. Todos ellos, salvo La Graciosa, inhabitados. 

Desde el muelle de Órzola salen diariamente barcos que comunican Lanzarote con La Graciosa, así que puedes organizar una excursión de un día a esta maravilla de isla. 

Llegar a La Graciosa es hacer un viaje al pasado. No hay calles asfaltadas en ninguno de sus dos núcleos urbanos y la única manera de moverte por la isla es caminando, en bicicleta o con el servicio de jeep con chofer que se ofrece.

Del resto de islotes, solo se puede visitar Alegranza con una excursión programada. 

Así que ya tienes una razón más para elegir tu próximo destino. 

Aunque sinceramente, si tienes más de una semana de vacaciones y quieres aprovecharla al máximo porque te gusta ir a tope, te recomendamos que dividas tu viaje entre estas dos islas. Cuatro días en cada una de ellas te sirve para visitar lo más importante.

Pero si prefieres un viaje más tranquilo, una semana en cualquiera de las dos, te sirve para visitar con tranquilidad los puntos de interés, disfrutar del clima y relajarte en la playa. 

Como ves, todo al gusto del consumidor. 



Este artículo ha sido escrito con todo el amor que sentimos por las Islas Canarias. Esperamos que disfrutes tu visita a Lanzarote y Fuerteventura tanto como hemos disfrutado escribiendo esta sección. 

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