El Mirador de la Ermita de las Nieves, en dónde las nubes tocan la tierra

Es de cultura popular saber que en dónde se erige una ermita, existe al menos una leyenda que la acompaña. 

Esas historias suelen estar protagonizadas por un pastorcillo o labriego, alguna aparición mariana y la sucesiva construcción de un templo para honrar a la virgen. 

Pero lo que más llama la atención de las ermitas que honran apariciones es, sin duda alguna, el lugar en el que están construidas, que suelen ser en zonas recónditas, alejadas de la población y con mucho, mucho encanto. 

Y es el caso de la Ermita de las Nieves, en Lanzarote, que se erige en el punto más alto de la isla, justo donde las nubes tocan la tierra y el viento sopla con fuerza. 

Te invito a que nos acompañes en este paseo para descubrir la cultura y tradiciones de uno de los sitios más tranquilos de la isla. 

¿Dónde se encuentra la Ermita de las Nieves?

Para llegar a hasta la Ermita de las Nieves, debes salir de toda ruta turística establecida y adentrarte en lo profundo de Lanzarote. 

En el camino observarás pueblitos con encanto salpicados de la modernidad de los molinos eólicos; campos de cultivo en parajes inhóspitos y veredas bien señalizadas que te conducirán a parajes mágicos. 

Historia y tradición de la Ermita de las Nieves.

La primera construcción de la ermita data del s. XVI, en dónde cuenta la leyenda que la virgen se le apareció a un pastor en las nubosas cumbres del risco de Famara. 

Y es ahí, en ese punto, en donde un matrimonio de la nobleza romana y sin descendientes, decidió construir un templo para honrar a la virgen y de esa manera, darle un buen uso a su herencia, ya que se caracterizaban por ser muy caritativos con el prójimo. 

La ermita se construyó, tal y como exige la tradición católica, en el lugar exacto que indicó la virgen y se empezó a rendir culto a la Virgen de las Nieves, denominada así porque en su aparición predijo que caería una gran nevada en agosto. 

Construida en uno de los puntos más altos de Lanzarote y apenas un siglo después de su edificación, la ermita fue saqueada y destruida por piratas, que en aquella época visitaban con asiduidad la isla. 

Más de cien años estuvo olvidada esta ermita, hasta que los lugareños comenzaron a restaurarla en 1710 y consiguieron que nombrasen a la Virgen de las Nieves patrona de la isla unos años más tarde. 

El culto a esta virgen ha variado con el tiempo, teniendo épocas en las que se la honraba cada lustro bajándola hasta la Villa de Teguise, y otras ocasiones anualmente, rogándole por lluvia para las cosechas. 

Tan variable ha sido el culto a la misma, que el edificio quedó en ruinas. Fue en la década de los sesenta del siglo pasado, cuando el arquitecto Enrique Spínola, nacido en Teguise, se hace cargo de la demolición de lo poco que quedaba en pie y de la construcción de un nuevo edificio, dándole el característico toque de muros blancos a la nueva construcción. 

Actualmente, se le considera una de las patronas de Lanzarote, junto con la Virgen de los Dolores, muy ligada a los volcanes de la isla y patrona oficial. Su culto se realiza cada 5 de agosto y los feligreses van en romería hasta la ermita, en donde sacan a la virgen en procesión alrededor de la misma. 

¿Qué hacer en la Ermita de las Nieves?

Si has llegado hasta aquí es porque quieres disfrutar de Lanzarote en toda su esencia. 

La ermita se erige en una explanada rodeada de palmeras, pero todo el terreno que la circunda es agreste, es Lanzarote en estado puro. 

Aquí, el viento sopla con fuerza y en muchas ocasiones, las nubes están tan bajas que tocan la tierra y la humedad alimenta los cultivos cercanos. En estos días, la visibilidad no es buena, pero en los días claros, puedes acercarte al mirador, en donde tendrás una panorámica de Famara y del archipiélago Chinijo. 

Además, si te gusta caminar, la zona está llena de senderos que te conducirán a la zona del Bosquecillo, lo más cercano, o incluso rutas más largas hasta la playa de Famara. 

Otra de las opciones que este lugar propone es admirar la puesta de sol, ya que desde aquí no hay nada que entorpezca su visión. Con un poco de suerte, quizás veas algunos parapentistas en la zona disfrutando de un vuelo al ocaso. 

Y aprovechando que estás viendo ponerse el sol, espera a que caiga la noche y deléitate con la bóveda celeste que se muestra ante ti. Si esperas hasta ese momento, entenderás por qué es uno de los mejores sitios de la isla para observar las estrellas. 

Eso sí, no te olvides llevar alguna chaqueta o prenda de abrigo, ya que el tiempo en esta zona de la isla puede cambiar radicalmente y pasar de unos agradables 28 grados, con sol y ligera brisa, a unos 17 grados, con niebla y fuerte viento, en pocas horas.

Y si el viento arrecia, extrema las precauciones y no te asomes al mirador o te acerques al risco, ya que hay más de 650 metros de altura y el terreno es de difícil acceso. 

¿Qué te ha parecido la Ermita de las Nieves?

Es un nuevo lugar alejado de cualquier ruta o centro turístico y que si buscas tranquilidad, sin duda alguna, superará tus expectativas. Apúntalo en tu lista de “Qué visitar en Lanzarote” para que no se te pase en tu próximo viaje a la isla. 

Este artículo ha sido escrito con todo el amor que sentimos por Lanzarote. Esperamos que disfrutes tu visita a la Ermita de las Nieves tanto como hemos disfrutado escribiendo esta sección. 

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