Relájate.
Venir al Calentón Blanco es llegar a una nueva dimensión en donde mar y lava se funden y crean un universo paralelo de tranquilidad y armonía.
Sumérgete en sus cristalinas aguas y déjate llevar.
Cuando la marea está llena, la orilla llega casi a tocarte los pies cuando te tumbas, pero cuando baja, te encuentras con una amplia explanada de arena por la que darte un buen paseo antes de refrescarte. Dos paisajes totalmente distintos en un mismo lugar.
Estos contrastes, según la marea, le dan un toque más de encanto al paraje, ya que deja a la vista rocas llenas de vida.
Con unos escarpines, puedes explorar toda la superficie que queda al descubierto cuando se retiran las aguas y ver toda la fauna que habita en estas rocas, refugio de cangrejos, lapas y anfibios de muchas clases. Ver y no tocar, es la máxima que debes seguir si decides ir a observar la vida de la plataforma intermareal.
Con la pleamar puedes aprovechar las tranquilas aguas para practicar esnórquel y disfrutar con los pececitos que habitan en esta laguna, que les sirve de resguardo de depredadores mayores.
En la zona de arena, verás varios muritos de piedra en forma de media luna, llamados zocos, los cuales se usan para protegerse del viento y seguir disfrutando del día de playa. Si llegas pronto, podrás acomodar tu toalla en uno de ellos y sentir que estás en tu parcela particular de paraíso.
Si te apetece investigar un poco más, hay un sendero que atraviesa el malpaís y llega hasta el cercano pueblo de Órzola. Otra alternativa para el día de playa.
También hay otras caletas de arena blanca cerca, pero ninguna con el mismo encanto que esta. Aunque hay tantos gustos como colores, te invitamos a que las visites y juzgues por ti mismo.
Recomendaciones:
Cuando llegues al Caletón Blanco, puedes dejar tu coche en el aparcamiento gratuito que hay en la zona. Recomendamos que dejes tu vehículo ahí.
Si vas a visitar alguna de las demás playitas, no dejes tu coche nunca en el borde de la carretera. Busca el aparcamiento más cercano y el camino más seguro para llegar, ya que algunos se encuentran en el lado contrario de la carretera.
Como podrás imaginar, aquí no hay ningún tipo de servicio y, el más cercano se encuentra a un kilómetro de distancia, en el pueblo vecino de Órzola. Si quieres pasar un día de playa sin moverte de este particular paraje, lleva comida y agua suficiente.
Tampoco hay árboles ni sombras en las que resguardarse durante el día, por lo que no puede faltar el protector solar, una gorra, gafas de sol y, si puedes, una sombrilla.
Con respecto a la ropa, con un bikini o bañador es más que suficiente, pero si deseas caminar un poco, recomendamos ropa y calzado cómodo y cerrado, ya que la zona está llena de piedras puntiagudas.
Para descubrir la fauna intermareal de las rocas debes ir con escarpines.
Recuerda que Lanzarote es Reserva de la Biosfera: no tires basura y si encuentras, recógela. Hay contenedores de residuos en el aparcamiento. Respeta la fauna y la flora que veas y, sobre todo, disfruta mucho de este pequeño paraíso.
Este artículo ha sido escrito con todo el amor que sentimos por Lanzarote. Esperamos que disfrutes tu visita al Caletón Blanco tanto como hemos disfrutado escribiendo esta sección.